El Complejo Hidráulico del Acueducto del Padre Tembleque es la obra de ingeniería hidráulica colonial más importante de América. En sus tiempos se creyó imposible de construir. Ahora es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, desde 2015.
Este acueducto transportaba agua desde los manantiales del cerro Tecajete, en Hidalgo, hasta Otumba y Zempoala, en el Estado de México. Tiene 48.22 kilómetros de longitud y lo conforman muros, columnas, cajas de agua, abrevaderos, aljibes, apantles, tuberías de cerámica y puentes.
Otumba era una importante encrucijada de caminos hacia Veracruz, la Ciudad de México, Puebla, Tlaxcala, Pachuca, el Pánuco o Meztitlán. Pero su agua es escasa y la población se abastecía con las lluvias, en depósitos que llamaban jagüeyes. Entonces se descubrió que podían proveerse de los manantiales de Tecajete, en el actual estado de Hidalgo.
Su construcción fue dirigida por fray Francisco de Tembleque. Con él colaboró el maestro castellano Juan Correa y Agüero. Fray Francisco era del pueblo de Tembleque, provincia de Toledo. Llegó a la Nueva España a principios de 1542 y en 1553 se puso al frente del proyecto.